Una historia preciosa para este domingo:
We're twinseparable! Happy with his brother, the boy who refused to die | the Daily Mail
Una mujer estaba embarazada de gemelos. En un control rutinario se descubrió que uno de ellos, Gabriel, tenía el corazón demasiado grande, así que los médicos informaron a su madre que debía dejarlo morir en su propia matriz antes de que naciera, porque si no su hermano podía morir. La madre aceptó. [esta es la parte más incomprensible para mí].
Primero intentaron cortar el cordón umbilical pero era demasiado fuerte y no pudieron. Luego partieron la placenta de la madre y dejaron a Gabriel fuera para que muriera.
Pero Gabriel tenía otros planes: sobrevivió durante cinco semanas fuera de la placenta y ahora es un niño sano que no se diferencia mucho de su hermano. [Son gemelos...].
Los médicos le llaman Rocky por su voluntad de sobrevivir. Su madre dice que mientras que su hermano es muy protestón, a él le encanta sonreír como si estuviera encantado de vivir [y debe ser cierto].
Da que pensar que un niño totalmente sano (podeis ver las fotos en el link) hubiera sido asesinado porque los médicos creían que no iba a ser apto para la supervivencia.
La ciencia, a veces también se revela poco efectiva, porque todo lo hecho por humanos es limitado, finito. ¡Cuánto mejoraría el mundo si nos reconociéramos como humanos en vez de jugar a ser infinitos, pues sólo Dios lo es!
h/t MM.
[No, este post no lo ha financiado la Conferencia Episcopal Española, por si alguien lo pregunta].