Hmm, me pregunto, ¿el señor Presidente Zapatero va a aplicar las medidas que ha aplicado el Gobierno Francés sobre el toque de queda, después de haberle alabado? ¿Será capaz?
En Francia siguen debatiendo sobre la poligamia. Hoy Dominique de Villepin, le Premier Ministre, ha asegurado que "se debe conservar la sangre fría" y se ha felicitado de que "el Estado republicano haya triunfado". Con independencia de que desde mi punto de vista, tiene más moral que el Alcoyano, lo interesante es que, al diagnosticar como raíz última del problema la "discriminación social", se está insultando a aquellos otros colectivos de franceses o de extranjeros, que estando más o menos igual de discriminados, no queman coches ni apedrean personas.
Por eso, resulta al menos conmovedor, que afirme que "La inmensa mayoría de los habitantes de esos barrios -refieriéndose a las banlieues- no quieren ser estigmatizadas por su pertenencia a esos barrios. No quieren que su barrio sea señalado por una infamia" y añade la noticia, "en lo que puede parecer como un pequeño pique con su número 2, Nicolas Sarkozy". Las encuestas van a tener la culpa del pique. Y de su afirmación, simplemente decir que a) mucha gente de estos barrios NO es culpable de lo que en ellos ha pasado (es más, muchos estaban enfadados y con razón por lo sucedido) y b) no creo que buscar una de las posibles fuentes de los "incidentes" en un delito como es la poligamia, pueda considerarse una estigmatización de los habitantes de los barrios, cuando sólo una pequeña parte de ellos -cifrada en 20.000 familias- la practica. La alienación puede venir producida incluso por el sentimiento de ser superiores de ciertos individuos como veíamos en el post Francia y la igualdad ante la ley (2).
Además, como ya reconocieron, los suburbios son una de las zonas que más subsidios han recibido durante los últimos años, lo que en principio, vista de los resultados, no parece haber sido muy efectivo. Sin embargo, Villepin ha vuelto a insistir en que "hay que tenderles la mano y no dejar a nadie al borde del camino". También se ha referido a que el "estado de urgencia posiblemente sea mantenido hasta el fin de año, fecha propicia para
(Según el sondeo de Le Parisien, el 68% de los franceses son favorables a que continúe el estado de emergencia durante lso 3 meses que se señalaron desde un principio...).
- vigilancia mediante video (los prefectos podrán establecerlos en sitios de alto-riesgo y todas las patrullas nocturnas también las patrullas nocturnas las tendrán a partir de 2.007, como un medio para probar los hechos delictivos),
- chequeos de identitidad a los pasajeros
- procesamiento automatizado de datos personales,
- se incrementa el tiempo para adquirir la nacionalidad francesa de 10 a 15 años.
- se hace posible una más firme represión de las alianzas de delincuentes para actividades terroristas, cuando se dedica a preparar crímenes que amenacen a los individuos, a lo que se señala una pena de 20 años de prisión y 30 cuando se refiere a los líderes o a los organizadores.
También se aclara que las normas relativas a los chequeos, a las peticiones a los operadores de telecomunicaciones o a los dirigidos por las fuerzas anti-terroristas y su colaboración con los archivos del Ministerio del Interior no podrán aplicarse de inmediato.
Con este tipo de opiniones, parece ser cierto que ya no nos quedará ni París. De este último link, destacaría lo siguiente: "Francia, al contrario, ha hecho todo lo que ha podido para enmascarar la verdadera naturaleza de sus problemas: una gran masa de musulmanes inmigrantes no asimilados, entre los que opera un duro corazón de islamofascistas". Quien siembra, recoge.
En resumen, ¿podrá esta imagen ser verdad?
Y, en caso de que lo sea, ¿cuántos números quedan en esta cuenta atrás infernal hacia la posible privación de unos derechos como la igualdad de las personas, la dignidad de los seres humanos y el respeto hacia las ideas de los demás?