Y ahora Turquía

domingo, noviembre 27, 2005

Tenemos
...un país en el que gobierna un partido Islamista que sólo retiró una ley que condenaba a las adúlteras, porque se le podía impedir que entrara en la Unión Europea.
...un país en el que el 37% de los turcos apoyan los asesinatos en nombre del honor, el 25% que el marido de la mujer adúltera se divorcie de ella y el 27% que la deben cortar la nariz o las orejas.
...un país en el que el único libro que ha superado en ventas al Mein Kampf de Hitler, es una novela en que, después de una hipotética invasión estadounidense de Turquía, un héroe turco produce un holocausto nuclear en ashington DC en represalia.
Todo ello a día de hoy.
Este mismo país quiere que la Unión Europea sancione a España por los asesinatos a los musulmanes andaluces. Podemos leer:
En este entorno, intelectuales cercanos a las tesis del poder turco, como el autor británico Andrew Mango, lamentan en los medios del país el que la Unión Europea exigiera a Turquía una condena explícita del genocidio armenio mientras “nadie preguntó (a España cuando ingresó en la Unión): ‘¿Por qué mataron ustedes a los musulmanes andaluces?’”.
Mientras tanto, altos funcionarios comerciales españoles, como el subsecretario de economía y comercio,
alaban a un potencial competidor de España como Turquía, de la que destacan las oportunidades que Ankara puede ofrecer a los empresarios extranjeros por su estratégica localización, sus acuerdos preferenciales con la Unión Europea o la dimensión de su mercado interno. Estas manifestaciones son convenientemente amplificadas por medios periodísticos y oficiales turcos en la permanente y agresiva actividad de relaciones públicas de Turquía en su intento de acceso a la Unión Europea y a los grandes flujos inversores internacionales.Además, en el país asiático se están difundiendo largos informes históricos en los que se destaca a la España musulmana como un oasis de cultura y convivencia al que siguió una desastrosa “Reconquista” (en español en el original en lengua inglesa) mientras se interpreta la posterior lucha del imperio español contra el otomano desde criterios 'revisionistas' respecto a la historiografía más consolidada.
Por ejemplo, el largo informe de Yasemin Dobra-Manço para justificar y alabar la Alianza de Civilizaciones destaca cómo “tras el declive político musulmán (que siguió a la ‘Reconquista’) se instauró una menos tolerante España cristiana” mientras los judíos “se instalaron en el Imperio Otomano, donde encontraron esperanza y seguridad” y
la nación española luchaba en Lepanto ante el temor que inspiraban “el Islam y los otomanos por ser el Islam una fuente superior de cultura intelectual”, punto de vista del que se sugieren estudios más profundos para encontrar su verdadera dimensión histórica, en detrimento de la versión oficial sobre el expansionismo turco hasta las puertas de Viena o las costas mediterráneas españolas.
El informe que presentará el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a la cumbre de la Alianza de Civilizaciones ha sido preparado por su partido –de inspiración musulmana- bajo las órdenes del Directorado de Asuntos Religiosos del Ministerio de Estado, en una confusa y abigarrada mezcolanza de competencias religiosas, partidistas y estatales.
Sus conclusiones son muy virulentas en la denuncia de los medios de comunicación, que no condenan los “crímenes y delitos” contra los musulmanes residentes en Europa mientras se conceden espacios negativos contra ellos y se les describe como “potenciales terroristas”.
“Los musulmanes que viven en Europa conviven con reacciones cada vez más negativas en sus vidas diarias, enfrentándose a comportamientos desagradables basados en su religión”, concluye el informe.
Deben modificar la interpretación de la Historia: sólo entonces habrán vencido.
(también tratado por Cruzcampo en el blog de Prevost).