Beatificación en Roma

sábado, octubre 27, 2007

De todas las vidas de los que mañana van a ser beatificados, la que más nos impresionó cuando el otro día las estuvimos leyendo en casa, fue la de Bartolomé Blanco. Su causa de beatificación se basa en las cartas que envió a sus familiares y especialmente a su novia Maruja a pocas horas de ser fusilado. Cuando la oímos entera el otro día por la radio, a más de uno en casa se le saltaron las lágrimas. ¡¡¡Y no había cumplido 22 años!!! Crispal posteó ya la carta de despedida a sus tías y primos, así que yo voy a postear la que envió a su novia Maruja.

De Aciprensa

MADRID, 26 Oct. 07 / 05:31 pm (ACI).- Bartolomé Blanco Márquez es uno de los más jóvenes miembros del grupo de 498 mártires que el Papa Benedicto XVI beatificará este domingo en el Vaticano. Católico comprometido, este laico de casi 22 años de edad escribió a pocas horas de morir una conmovedora carta a su novia Maruja, que se cuenta como testimonio de su heroico martirio.

"Tu recuerdo me acompañará a la tumba y mientras haya un latido en mi corazón, éste palpitará en cariño hacia ti. Dios ha querido sublimar estos afectos terrenales, ennobleciéndolos cuando los amamos en Él. Por eso, aunque en mis últimos días Dios es mi lumbrera y mi anhelo, no impide que el recuerdo de la persona más querida me acompañe hasta la hora de la muerte"

Estoy asistido por muchos sacerdotes que, cual bálsamo benéfico, van derramando los tesoros de la Gracia dentro de mi alma, fortificándola; miro la muerte de cara y en verdad te digo que ni me asusta ni la temo.

Mi sentencia en el tribunal de los hombres será mi mayor defensa ante el Tribunal de Dios; ellos, al querer denigrarme, me han ennoblecido; al querer sentenciarme, me han absuelto, y al intentar perderme, me han salvado. ¿Me entiendes? ¡Claro está! Puesto que al matarme me dan la verdadera vida y al condenarme por defender siempre los altos ideales de Religión, Patria y Familia, me abren de par en par las puertas de los cielos.

Mis restos serán inhumados en un nicho de este cementerio de Jaén; cuando me quedan pocas horas para el definitivo reposo, sólo quiero pedirte una cosa: que en recuerdo del amor que nos tuvimos, y que en este instante se acrecienta, atiendas como objetivo principal a la salvación de tu alma, porque de esa manera conseguiremos reunirnos en el cielo para toda la eternidad, donde nada nos separará.

¡Hasta entonces, pues, Maruja de mi alma! No olvides que desde el cielo te miro, y procura ser modelo de mujeres cristianas, pues al final de la partida, de nada sirven los bienes y goces terrenales, si no acertamos a salvar el alma.

Un pensamiento de reconocimiento para toda tu familia, y para ti todo mi amor sublimado en las horas de la muerte. No me olvides, Maruja mía, y que mi recuerdo te sirva siempre para tener presente que existe otra vida mejor, y que el conseguirla debe ser la máxima aspiración.

Sé fuerte y rehace tu vida, eres joven y buena, y tendrás la ayuda de Dios que yo imploraré desde su Reino. Hasta la eternidad, pues, donde continuaremos amándonos por los siglos de los siglos.

Bartolomé.

[...] El día de su ejecución dejó la celda con los pies descalzos, para parecerse más a Cristo. Besó sus esposas, sorprendiendo al guardia que se las puso. No aceptó ser fusilado de espaldas. "Quien muere por Cristo, debe hacerlo de frente y con el pecho descubierto. ¡Viva Cristo Rey!", exclamó y cayó acribillado junto a una encina.
Eso sí, siempre hay el €#@€#@ que dice que a este, como al resto de los 498 mártires, los mataron "no por católicos, si no por ser malas personas". No avanzamos.

La ceremonia será retransmitida por internet y por TV.