Gran Bretaña: acusan de ataque racista a un subnormal

lunes, abril 21, 2008

Aunque parezca absolutamente escandaloso, un joven con síndrome de Down de 18 años, con una edad mental de 5 años, ha sido acusado de atacar "de forma racista" a la mujer asiática (normalmente pakistaní) que estaba en el mismo centro que él h/t EURSOC e IBA.

Para que nos hagamos una idea, Jamie:
cannot tie his shoelaces or leave home on his own, nor can he understand simple verbal concepts such as whether a door is open or shut. But his parents said that he was charged with attacking a fellow student, an Asian girl who also had special needs.
no puede atarse sus zapatos o salir solo de casa, ni puede entender conceptos verbales simples como la diferencia entre que una puerta esté cerrada o abierta. Pero sus padres han dicho que ha sido acusado de atacar a una estudiante compañera suya, una chica asiática que también tienen necesidades especiales.

Pero eso no es todo: le intentaron acusar como adulto, esto es, como plenamente responsable del ataque, a pesar de que no entiende por qué está en apuros:
Jamie’s parents described as “utterly ridiculous” the actions of the authorities in bringing adult charges against their son, who they said was not only innocent, but unable to comprehend why he had been in trouble.


The incident in question took place last September at the special needs department of Motherwell College, in Lanarkshire, where Jamie is a student. Fiona Bauld, Jamie’s mother and full-time carer, claimed that the Asian student, who is only slightly older than Jamie, had been following her son and staring at him. Jamie had earlier complained to his parents that her behaviour scared him, and they had advised him just to walk away.

But one day, his mother said, the girl came close up to Jamie as he was eating lunch. He pushed her with one hand and told her to go away...

(The Asian girl) had scratched her own face to mark it and referred to herself as “blackface”.
El incidente en cuestión ocurrió el pasado septiembre en el departamento de Personas con Necesidades especiales de Motherwell College, en Lanarkshire, donde Jamie estudia. Fiona Bauld, la madre de Jamie, que trabaja a tiempo completo, dice que la estudiante asiática, que es sólo un poco más mayor que Jamie, había estado siguiendo a su hijo y mirándole fijamente. Jamie se había quejado de ella a sus padres diciendo que su comportamiento le asustaba y ellos le aconsejaron que simplemente se fuera.

Pero un día, dice su madre, la chica se acercó demasiado a Jamie cuando éste estaba comiendo. Él la empuó con una mano y le dijo que se fuera.

La chica asiática se había arañado la cara para hacerse marcas en la cara y que se refirió a sí misma como de "cara negra".


En un principio, se echó una reprimenda a los dos. Pero al cabo de unas horas, apareció un cartel que decía que se buscaban testigos de "una agresión racista". La policía se presentó en su casa y le leyó sus derechos como si fuera un hombre plenamente responsable de sus actos e intelectualmente capaz de entenderlos. Jamie, sin entender nada, asintió a todo, les dio la mano y les agradeció poco menos que le hubieran ido a ver.

La oficina del Fiscal les llamó y les dijo que tenían suficientes pruebas para acusarle. La madre llamó a la oficina del fiscal para preguntar si sabían si era subnormal y mantiene que se negaron a discutirlo con ella. Los de la oficina del fiscal dicen sin embargo, que se mantuvo a la familia informada en todo momento.

Después el Fiscal retiró los cargos pero sin disculparse ante la familia.

Ahora la que creo que no soy intelectualmente capaz de vivir con semejantes mentecatos soy yo.

El racismo existe y eso es un hecho incontestable: hay personas de todas las razas que piensan que aquellos que tienen la suya, son superiores por lo que sea o que los que pertenecen a las demás son inferiores. Ahora bien, para ser racista, es preciso básicamente entender qué es ser racista, concepto bastante más elaborado que si una puerta está abierta o cerrada.

Y tener que explicar esto me horroriza aún más en un mundo y en sociedades en las que niños plenamente normales comenten atrocidades como la de Sandra Palo y se habla de "su reinserción" o de que "hay que cumplir la ley", eso sí cuando se trata de dejar a su asesino en la calle.