Residir al lado de la valla, donde existe un gran diferencial económico, es un «chollo» para cualquier marroquí. No sólo pueden entrar y salir sin visado. Además, se benefician de la red de favores económicos que forma parte de la idiosincrasia de la zona. Al otro lado de la frontera todo se compra y todo se vende. Todo se negocia, desde el taxi hasta un consejo para escoger restaurante. «Un policía sin galones cobra 190 euros al mes», explican fuentes policiales españolas. «Con ese sueldo, es fácil comprender que pase lo que pasa. La única forma de entrar en territorio español con el formidable despliegue militar existente es pagando a la mafia para pasar en el doble fondo de un coche, a un gendarme para que se dé la vuelta y poder acercarse a la valla, a un joven para que haga de ``motor humano¿¿ en el mar... Siempre es pagando», explica el responsable de una ONG que pide permanecen en el anonimato.
Lamentable, pero es necesario saber que hay mafias que ayudan a pasar a los inmigrantes o que si no son los policías de un lado (el marroquí para más señas) los que los pasan... Eso sí, luego nos extrañaremos de que haya avalanchas de inmigrantes...
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The only way to enter into Spanish territory from Morocco with the formidable military deployment actually held in Melilla is either paying the mob to let them pass you under a car, paying a gendarme to turn around so you can go near the fence, or to a young man who will pass as a "human motor" through the sea... Always paying.
Spanish NGO representative about the situation of the immigration in Ceuta and Melilla.
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