Ser opositor en Rusia: el Gulag neo-soviético

viernes, febrero 29, 2008

Ayer escribía sobre el concepto de "Educación para la Ciudadanía" que tiene Putin. Hoy vamos a ver en qué se traduce.

Lo primero es tener muy vigilada a la oposición, hasta tal punto que inclusive infiltran a agentes secretos para que les pasen información. Uno de los integrantes del partido de Kasparov, Alexander Novikov, ha resultado ser un agente de la FSB, es decir, la heredera de la KGB. Algo que revela hasta dónde llega el Kremlin para poder influir en la política:

Alexander Novikov, who is currently in Denmark, told Novaya Gazeta that he “was tired of living a double life and setting up my friends.” He is seeking political asylum abroad.

Novikov explained how he first penetrated the OGF, the political party led by Garry Kasparov that has been outspoken in its criticism of the Putin administration. The FSB concocted a cover story that Novikov was planning to form an independent union of health workers. According to Novikov, he signed a contract with the agency whereby he was paid eight thousand rubles (€221 or $325) per month for collecting information on the party.

Alexander Novikov, que ahora vive en Dinamarca, declaró a la Novaya Gazeta, que estaba "cansado de vivr una doble vida y de dejar a mis amigos", y está buscando asilo político en el extranjero.

Explicó cómo penetró el OGF, el partido político de Kasparov, que ha sido uno de los más destacados en la crítica a Putin. La FSB le construyó una historia falsa por la que Novikov estaba planeando crear un sindicato independiente de trabajadores de la salud. Según Novikov, firmó un contrato con la agencia por el que se le pagaba 800 rublos (221 euros y 325 dólares -¡¡menuda miseria!!) al mes para conseguir información sobre el partido.

La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿cuántos más hay?

Lo segundo es acosar a los opositores continúa en Rusia: ahora es el activista de Derechos Humanos Lev Ponomarev al que le ha tocado estar bajo investigación:

I have just received news from Russia that prosecutors have launched an investigation against human rights leader Lev Ponomarev, who recently traveled to the United States to debrief journalists on torture and abuse in the country's prison camps. He is accused of committing slander against the Russian Federation, and is currently
being prevented from leaving the country.

He recibido noticias de Rusia de que los fiscales han iniciado una investigación contra el líder de los Derechos Humanos Lev
Ponomarev, quien viajo recientemente a los EEUU para informar a los periodistas de la tortura y los abusos existentes en los campos de prisiones rusos. Ha sido acusado de calumniar a la Federación Rusia y se le ha prohibido salir del país.

Ponomarev ha sido objeto de un artículo en el Washington Post (los links son míos - I have added the links):

Ponomarev said that President Bush and his successor can start by pushing Medvedev to stop using the law as an instrument of political repression. That would mean ending such practices as the prosecution of liberal academics on bogus espionage charges; the involuntary commitment of opposition activists to psychiatric wards, or their draft into the military; and the campaigns against human rights and other civil society groups based on supposed tax violations or breaches of local ordinances.

Next comes what Ponomarev called "the torture camps": a re-emerging gulag of some 50 prison colonies, closed to the outside world, where prisoners are subjected to systematic violence and abuse. Ponomarev's group has documented these practices in photographs and videos smuggled out of the camps, many of which are controlled by the same officials or clans that managed them in the Soviet era.

Finally, there is the legal persecution of those who report such truths. On Friday, state prosecutors brought criminal charges against Ponomarev himself, claiming that he had slandered Gen. Yuri Kalinin, the head of the prison camp system. Ponomarev's travel documents were also revoked; his lawyers believe he is being punished for speaking out in the United States.

Ponomarev dijo que el Presidente Bush y su sucesor pueden comenzar por obligar a Medvedev a frenar el uso de la ley como un instrumento de represión política. Eso significaría el término de prácticas como la persecución de académicos liberales por cargos de espionaje risibles; el internamiento no voluntario de activistas de la oposición en centros psiquiátricos, o su reclutamiento en el ejército; y las campañas contra los grupos de Derechos Humanos u otros de la sociedad civil por supuestas infracciones fiscales o de las ordenanzas locales.

Lo próximo es lo que Ponomares llama los "campos de tortura": un re-emergente gulag de 59 prisiones, cerradas al mundo exterior, donde los prisioneros son sometidos a violencia sistemática y abuso. El grupo de Ponomarev ha documentado estas prácticas en fotografías y videos sacados gracias al contrabando fuera de los campos, muchos de los cuales están controlados por los mismos oficiales o clanes que los controlaban en la era Soviética.

Finalmente está la persecución legal contra los que denuncian estas verdades. El viernes, los fiscales iniciaron actuaciones contra Ponomarev, acusándole de haber calumniado al General Yuri Kalinin, el jefe de las prisiones rusas. Los documentos de viaje de Ponomarev fueron revocados, y sus abogados creen que está siendo castigado por hablar en los EEUU.

Leer: Annals of Putin's war against the NGO's @ La Russophobe.

Lo tercero es acosar a la prensa. No sólo los islamistas se escandalizan por las caricaturas, Putin también lo hace si las comparaciones que otros hacen de él no le gustan. Un periodista que osó comparar a Putin con Stalin también va a tener problemas con la justicia:

A Perm journalist has been questioned by local prosecutors and may face criminal charges after he penned an article identifying what he characterized as positive similarities between President Vladimir Putin and Adolf Hitler.

Igor Averkiyev, 47, editor of the newspaper Lichnoye Delo, was summoned to the city's Leninsky District Prosecutor's Office on Monday to answer questions about an article called "Putin Is Our Good Hitler," published in the newspaper Za Cheloveka in December.

The story compares the eight years of Putin's rule to the early years of Hitler's rule in Nazi Germany.

Un periodista de Perm ha sido interrogado por los fiscales locales y puede que se enfrente a cargos criminales después de firmar un artículo identificando lo que él considera que son características similares positivas entre el Presidente Putin y Hitler.

Igor Averkiyev, de 47 años, editor del periódico Lichnoye Delo, fue citado en la oficina del Fiscal del Distrito Leninsky el lunes para responder a varias preguntas sobre un artículo titulado "Putin es nuestro buen Hitler", publicado en el periódico Za Cheloveka en diciembre.

la historia compara los 8 años de gobierno de Putin con los primeros años del gobierno de Hitler en la Alemania Nazi.

Pero la brutalidad no acaba aquí: el cuarto paso es no controlar a las bestias caníbales para las que la tortura es "un medio de diversión", hasta que la gente descubre cómo se lo pasan bien y ¡¡¡se armó la gorda!!! Pero las secuelas de la tortura jamás se extinguirán para los que las sufrieron. Pero, claro, al menos, trabajan para nosotros, guardan la "seguridad" del Estado. Son nuestros "aliados" en Ingushetia...

On Thursday, Maksharip Aushev was arrested in Ingushetia. His arrest could become a political catastrophe — not only for Ingushetia, but for the Kremlin’s interests in the entire Caucasus region.

The whole story began on June 17, when security agents detained Aushev’s nephew, Magomed. They did not press any charges against him, but they allegedly tortured him and forced him to write a statement saying he had cooperated with the agents and had received money from them. After this, Magomed was released.

Rather than keep quiet, Magomed filed a complaint with Ingushetia’s prosecutor’s office. On Sept. 18, security agents again detained Magomed and this time took Aushev’s son as well, who had been riding in the car with him.

The cousins were allegedly tortured for several hours and questioned as to who had put Magomed up to writing the letter to the prosecutor’s office. The walls of the cell in which they were held were covered with blood and the signatures of people who had disappeared.

Agents allegedly broke the young men’s ribs, and drove them into the mountains to witness what is called “Snickers” in certain circles. This is where police tie explosives to a corpse and detonate it, blowing the body into little pieces, which are then eaten by wild animals so that the victim’s identity will never be established.

This torture had no practical value in gaining evidence; the henchmen were just having fun. But their sadism backfired when people in Nazran took to the streets demanding the release of the pair. As a result of this public outcry, the cousins were released.

After that, Aushev traveled to Chechnya, where he learned the details of the abduction of his son and nephew: They were held in a death camp in a village in the Urus-Martan district and had been abducted by the chief of the local police, whose last name was Dzhamalkhanov and who apparently was acting on the orders of Ingush authorities. Most amazing is how easy it was to establish the name of the abductor and exactly where the torture was conducted. The young men’s tormentors leaked information like a sieve.

El jueves, Maksharip Aushev fue arrestado en Ingushetia. Su arresto puede convertirse en una catástrofe política -no sólo para Ingushetia, si no para los intereses del Kremlim en toda la región del Caucaso.

Toda la historia empieza el 17 de junio, cuando agentes de seguridad detuvieron al sobrino de Aushev, Magomed. No le acusaron formalmente, pero presuntamente le torturaron y le obligaron a escribir una declaración de que había colaborado con los agentes y que había recibido dinero de ellos. Magomed fue puesto en libertad.

En lugar de estarse callado, Magomed puso una queja ante el oficial fiscal de Ingushetia. El 18 de septiembre, los agentes de seguridad detuvieron de nuevo a Magomed y esta vez también al hijo de Aushev, que había estado conduciendo el coche con él.

Los primos fueron torturados durante varias horas e interrogados sobre quién había influido en Magomed para que escribiera la carta a la oficina del fiscal. Las paredes de la celda en la que los tuvieron presos estaban cubiertas de sangre y de las firmas de otras personas que habían desparecido.

Presuntamente los agentes les rompieron las costillas, y les llevaron a las montañas para presenciar lo que es denominado como "zapatillas de deporte" en algunos círculos. Ahí es donde los policías atan explosivos a un cuerpo y luego los detonan, volando el cuerpo en pequeños trozos que luego son comidos por animales salvajes de manera que la identidad de la víctima nunca se conozca.

Esta tortura no tiene ningún valor práctico para encontrar pruebas; simplemente se estaban divirtiendo. Pero su sadismo falló
cuando las personas de Nazran salieron a la calle a pedir la libertad de los chicos. Como resultado de la ola de rabia, los primos fueron liberados.

Después Aushev viajó a Chechenia, donde se enteró de los detalles del secuestro de su hijo y sobrino: habían estado retenidos en un campo de la muerte en un pueblo en el distrito de Urus-martan y habían sido secuestrados por el jefe de policía local , cuyo nombre era Dzhamalkhanov y que aparentemente había actuado a las órdenes de las autoridades de Ingushetia. Lo más sorprendente es lo fácil que fue el establecer el nombre del secuestrador y exactamente dónde la tortura tuvo lugar. Los
atormentadores de los dos jóvenes cantaron como pajaritos
.

Pues ahora ha sido detenido el padre y tío, no vaya a ser que investigue (sin matar a nadie ni infringir la Ley) y llegue a averiguar si tenían permiso de las autoridades para actuar de la forma que lo hicieron.

Et voilá: con todos ustedes, la dictadura putiniana neo-soviética... para lo que le viene muy bien el rollito "guerra fría". Los autócratas-populistas es lo que tienen: siempre necesitan, como también dije ayer, demonizar a alguien que no tenga sus características para de esa forma que ellos sean los buenos y los demás los malos. Esta condición maniquea de la política hace que los primeros en desaparecer sean precisamente los que apoyan la libertad. Esta condición maniquea de la existencia se potencia desde el poder para que la gente normal colabore también en las purgas de los disidentes.

Por cierto, pasado mañana, 2 de marzo, son las elecciones presidenciales en Rusia. El diario electrónico católico La Croix titula su noticia estrella de ayer: Medvedev trata de imitar a Putin. Y dice algo muy significativo:


Des Russes marchent dans les rues de Moscou sous une affiche géante clamant "Ensemble nous gagnons" et montrant Poutine et Medvedev (Photo AP/Japaridze).

Il n’est pas en campagne électorale. Mais, tel un président en apprentissage, il travaille déjà. Dmitri Medvedev, actuel premier vice-premier ministre russe et dauphin adoubé par Vladimir Poutine pour l’élection présidentielle de dimanche, sillonne le pays. Il ne participe pas aux débats électoraux. Il ne fait pas de propositions, ne défend pas de programme. Il ne lance pas d’appel à voter pour lui. Et il ne répond guère aux questions.

Medvedev (esto es, el candidato del partido de Putin, United Russia, a las elecciones presidenciales") no está en campaña electoral. (...)No participa en los debates electorales. No hace propuestas, no defiende un programa, ni siquiera pide que le voten. Y no responde a preguntas.

Y eso que el cartel dice "Juntos ganamos"... Adivinen quién sale en el cartel...

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