Asesinatos por honor: hipocresía, fanatismo y pasividad occidental

domingo, noviembre 02, 2008

La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció este viernes que Aisha Ibrahim Duhulow, una niña que había sido violada y que murió lapidada el pasado lunes en Somalia por haber cometido presuntamente adulterio, tenía tan sólo 13 años y no 23 como se creía en un principio.
Duhulow fue lapidada por un grupo de 50 hombres en un estadio de la localidad portuaria de Kismayu, en el sur del país, ante cerca de 1.000 espectadores. Varios periodistas somalíes afirmaron en un primer momento que la víctima tenía unos 23 años, según su apariencia física, aunque más tarde AI pudo establecer que tenía 13 años, tras consultar varias fuentes, incluido el padre de la niña.
Me encantaría saber cuántas feministas de pega van a denunciar esto. Como siempre, el número es redondo: CERO. La vida de una adolescente en Somalia es algo demasiado lejano como para que importe.
Exactamente igual que el asesinato espantoso de la paquistaní Tasleem Solangi, de 17 años, que fue echada a los perros para que la mordiesen y, una vez que vieron que ya estaba medio muerta, la dispararon para rematarla. Quien lo ordenó fue su suegro, mientras mantenían al padre de la joven en una habitación encerrado pero con una ventana para que viera bien lo que estaba pasando. La razón que adujeron para tan tremenda muerte fue también que ella "era adúltera", pero la realidad es que el padre no había querido dar una parte de su pequeña granja para que el suegro agrandase la suya.

Ni los causantes de la violación de la primera, ni el suegro de Tasleem serán condenados nunca. Los primeros porque ella no pudo presentar los testigos suficientes para sostener que la habían violado al menos 3 hombres, que encima pertenecían a una tribu muy importante de la ciudad. El segundo porque la jirga (tribunal de la Sharia) del pueblo dictaminó que ella era adúltera también, para satisfacer al suegro.

¿A que la Sharia es maravillosa?

Ahora en serio: la espantosa crueldad, el asqueroso silencio de los medios -que prácticamente sólo lo consideran en un lado así como para que no importe), la repugnante complicidad de las organizaciones internacionales que no hacen nada por evitar esto ni por darle la debida publicidad ni por criticarlo como es debido... todos son factores que colaboran en que esto no termine, si no que vaya a más. 

Por supuesto, cada uno sacará la conclusión que guste, si alguien hay que reflexione sobre esto. Pero en ambos casos, se ve que primero, la ley es absolutamente injusta, desprovista de los más primarios valores morales y segundo, que los tribunales no son imparciales y encima nadie establece un control sobre sus decisiones. Porque en Somalia no hay ni Estado, estando dividido el territorio entre las milicias islamistas (que lo mismo apedrean a supuestas adúlteras que cortan el cuello a conversos al cristianismo), los señores de la guerra apoyados por la ONU que son los que sustentan el Gobierno provisional y los piratas del Puntland. En Paquistán llega a pocas zonas, más allá de las cuales lo que hay son fenómenos supuestamente autocompositivos en los que sólo existe lo que dice la tribu, el rico del pueblo, el señor de la guerra de turno, ya sea islamista o comerciante de drogas, o los imanes. Exactamente igual que en otros países con situaciones políticas inestables, en las que siempre se acaba favoreciendo la interpretación más estricta de la ley, ya sea civil o religiosa, porque al menos, alguien pone orden.

Con una crisis económica que también está azotando a los países musulmanes, seguramente estas interpretaciones van a ser peores en los próximos tiempos. Porque la gente pensará que Alá les ha castigado y que aún deben someterse más a sus mandados. Convertirán así a los que ellos gusten en sacrificios humanos no vaya a ser que Alá se enfade.

Mientras en Europa, el Reino Unido acaba de considerar válidas las sentencias de los tribunales islámicos:
Los tribunales religiosos islámicos en el Reino Unido podrán sentenciar por su cuenta y sin ningún tipo de vigilancia civil en casos de disputas matrimoniales entre musulmanes. Sólo en el caso de que alguna de las partes se mostrara disconforme con el dictamen, el descontento podría acudir a un tribunal 'general'. O, más bien, la descontenta, dado cómo legitima la ley islámica la sumisión de la mujer al hombre. De hecho, la propia High Court británica, tribunal de mayor rango del país, acaba de calificar a la sharia como un sistema “arbitrario y discriminatorio” en un caso donde la violenta brutalidad del marido y la marginación de la mujer en la custodia del hijo común se mezclaron siempre a favor del hombre.
Los tribunales civiles están sometidos a un sistema de recursos, pero estos no: estos quedan aparte del mismo, porque (atención) creen en otro Dios, que es algo privado, que cada uno debe decidir por sí mismo y no porque su familia o su ambiente social pueda estar incómodo. Iba a decir que puede cambiar, pero en el caso del Islam, no, porque existe la pena de muerte contra los que se convierten a otra religión.
Mientras los más extremistas, siguen diciendo que "Ellos no se van a integrar en las leyes del Reino Unido, si no que nos aseguraremos de que vosotros os integraréis en la ley Islámica". O que si una niña de 7 años sale sin hijab a la calle debe pegársele no vaya a ser que coja costumbre.
Cuando se declare en cualquiera de esos tribunales la pena de muerte de una adúltera (por ponerse tacones, pintalabios o simplemente vestir a lo occidental), la gente se echará las manos a la cabeza y dirá: "oh, ¿cómo ha podido pasar esto?". Pero eso es simplemente una consecuencia lógica del resto del sistema jurídico islámico. Ellos no van a distinguir entre lo que sea "conforme a los derechos humanos y lo que no lo sea", entre otras cosas, porque consideran que eso es un sistema de pensamiento ajeno al sistema islámico, hasta tal punto que discutir sobre la incidencia de la Sharia en los Derechos Humanos en la Comisión de la ONU para los Derechos Humanos "insulta su religión" (ahora sí está bien el enlace...) . Porque es de los infieles y, por tanto, no de Alá, así que no es válido.

Por supuesto, podemos engañarnos diciendo que todo es un fenómeno autocompositivo y voluntario entre partes libres que sólo genera algunas presiones sociales. Pero eso además de ser mentira (no estar de acuerdo con la realidad), es  injusto (no estar de acuerdo con la justicia, dar a cada uno según su derecho y proporcionalmente en proporción al que tengan) porque condenamos a personas a situaciones que no querríamos para nosotros y que como ciudadanos que son, no tienen la obligación de soportar. Como decía Minneconjou en la entrada enlazada:
Para cualquiera con dos dedos de frente es obvio que la sharia, como el nacionalsocialismo o el comunismo, no es una cebolla en la que podemos identificar capas independientes entre si (como si la cebolla fuera un grupo de capas independientes, que toi yo bueno hoy también). Es un sistema completo. Que sus defensores nos la quieran dar con queso, pildorita a pildorita es como imaginar que uno se pone ciego de alubias y su efecto será igualico que el de una ensalada sin sal.
Y después alguien se extrañará de que no me desespere. El pecado no sólo se comete por acción, sino también por omisión. Pero lo peor es omitir una acción que hubiéramos hecho de no ser por unas teorías que nada tienen que ver con la realidad. Lo peor es dejar de actuar porque consideramos que la teoría es superior a la realidad, cuando en la última siempre hay variables que no podemos incluir en un modelo teórico. Porque el comunismo en la teoría era maravilloso, pero en su aplicación, 100 millones de personas perecieron.