De Juana Watch: el SUP vs. Moncloa. Marlaska vs. Otegi.

viernes, junio 01, 2007

 

Ante la que podría ser inminente salida del etarra José Ignacio de Juana Chaos del hospital de San Sebastián en el que se hallaba internado tras su huelga de hambre, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha enviado una nota de prensa a los medios de comunicación reclamando su inmediato retorno a prisión. Sitio del que, por otra parte, nunca debería haber salido, según recuerda el SUP.
En el comunicado, la organización ratifica que De Juana no debería haber salido de la cárcel, "y no ya por la condena que merece un asesino de 25 personas que no ha mostrado ningún tipo de arrepentimiento, sino porque además ha declarado un pulso al Estado de Derecho, que ha concluido con su salida de prisión".

El Semanal Digital

El Confidencial Digital publica también que Moncloa pidió a Vitoria que demorara la salida del etarra de prisión hasta después de las elecciones, algo que estaba más que cantado:

Objetivo cumplido. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero contactó a finales del mes de marzo con un miembro del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe para pedir que, en la medida de lo posible, el Servicio Vasco de Salud demorara el alta médica de Iñaki de Juana Chaos hasta después del 27-M. El motivo: evitar que el PP utilizará la salida del hospital del recluso como arma durante la campaña electoral de las municipales. Así lo han asegurado a El Confidencial fuentes conocedoras de dicha gestión, que añaden que Vitoria no se comprometió en aquel momento a nada, aunque finalmente la salida del preso del hospital donostiarra se va a producir cinco días después de la cita.

La Razón escribe una retrospectiva sobre De Juana:

La «carrera» carcelaria del ex jefe del «comando Madrid» ha estado plagada de críticas por los privilegios obtenidos en prisiones y hospitales - Al «borde de la muerte», fue protagonista de tórridas sesiones de cama, ducha y alimentos en el Doce de Octubre

Con algún que otro detalle estremecedor:

Peor suerte han sufrido otras víctimas del terrorismo por coincidir con él en el hospital. En esa libertad de movimientos de la que disfruta el miembro de ETA, se topó con tres víctimas de Covite. En la misma planta en la que el más famoso recluso de la organización terrorista ha estado varias semanas, se halla ingresada la viuda de un hombre asesinado, en su día, por un comando de la banda.
   Esta mujer, de la que Covite no ha facilitado la identidad por su propia seguridad, padece leucemia y tiene tratamiento para una largo plazo de tiempo. Tres amigas, también víctimas, se toparon con De Juana. La primera reacción de pánico fue esconderse para evitar ser reconocidas. Ellas habían participado en las concentraciones celebradas a las puertas del hospital para protestar por la ex carcelación del etarra. «Un asesino anda suelto y encontrarse con él da miedo», dijo la presidenta de Covite.

Y aún hay más:

Las investigaciones realizadas hasta ahora sobre los números de teléfono, dos españoles y dos franceses, que llevaba el presunto etarra Juan Carlos Yurrebaso, miembro de «Hanes», el «aparato de negociación» de la banda, han aportado una serie indicios que han permitido establecer que los correspondientes a operadoras de nuestro país pudieron ser utilizados por miembros del Partido Socialista de Euskadi.

Última hora: El juez Marlaska reabre una causa a Otegi por enaltecer a ETA en contra del criterio del fiscal.

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha reabierto, en contra del criterio del fiscal, una causa contra el portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y otros 22 miembros de esta formación por su participación en el homenaje al etarra Arkaitz Otazua, muerto en un enfrentamiento con la Ertzaintza.

El caso fue sobreseído provisionalmente el pasado marzo por el juez Fernando Grande-Marlaska por falta de pruebas, si bien la recepción posterior en el Juzgado de una grabación televisiva con la participación del Otegi en el acto ha hecho que el magistrado reconsiderase su decisión ya que su discurso podría ser constitutivo de un delito de enaltecimiento del terrorismo.

En el auto, Grande-Marlaska pide a la Guardia Civil y a la Policía que en el plazo de diez días presenten informes acerca de si en la fecha de los hechos, el 20 de septiembre de 2003, los imputados en la causa formaban parte de la Mesa Nacional de Batasuna o si han pertenecido o pertenecen a ese organismo "en otros momentos históricos".