La Conexión centroasiática (V): perspectivas futuras

martes, junio 03, 2008

Este post es una traducción del post nº 5 de las series realizadas por Yankee Doodle sobre la relación entre el crimen organizado y las organizaciones terroristas en Asia Central. Los anteriores posts traducidos de la series son:


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La expansión en la que las mafias de la droga han afianzado su control sobre los narcóticos ilícitos a través de Afganistán y Asia Central es una causa de gran preocupación por las repercusiones negativas que tiene sobre la región. Pocos signos indican que la persente "guerra contra el terrorismo" tendrá por objetivo las amapolas cultivadas para producción de opio durante la primavera y el verano. Por el contrario, considerando las actuales pruebas de que la producción está en máximos este año, las redes criminales están preparándose para asegurar su producción y operaciones de tráfico. La fragilidad política del gobierno afgano, combinada con la falta de visión política aparente de las operaciones militares EEUU en Afganistán sugieren que las drogas continuarán siendo una plaga en Asia Central. Esta situación socavará cualquier intento de construir una paz estable y duradera en la región.

(Este informe es de 2002. Por lo que tengo entendido, las amapolas para producción de opio nunca han sido consideradas objetivo, incluso cuando los aliados EEUU, especialmente Gran Bretaña, han puesto de manifiesto los estragos que han causado entre las poblaciones civiles en casa. Es como si el bienestar de los cultivadores de opio en Afganistán fuera puesto por encima del de la gente que las fuerzas militares de la coalición han jurado defender.

Además, terminado el primer año de control de EEUU y aliados de Afganistán, se esperaba un gran crecimiento de la producción, lo que se preveía que iba a "socavar cualquier intento de construir una paz larga y duradera en la región" - y aquí estamos nosotros, cinco años después, y no hay ninguna luz al final del túnel).

A pesar de la presencia militar internacional, no parece que las mafias de la droga hayan sido apartadas de su negocio, por una serie de razones. Primero, a pesar de que la inteligencia indica dónde están localizados los laboratorios de producción de drogas y presuntos almacenes, la coalición internacional no ha destruído esos objetivos. El fracaso en enfrentarse directamente a las drogas como un componente esencial de la "guerra contra el terrorismo" señalando como parte de ellos a los implicados en ese tráfico, muestra que no se tiene ningún tipo de intención seria de enfrentarse y destruir su negocio. Segundo, la implicación de altos cargos afganos y del centro de Asia en el tráfico asegura que los traficantes de droga son capaces de operar con relativa impunidad, a pesar de algún riesgo que todavía existe mientras los gobiernos estén obligados a hacer confiscaciones esporádicas para apaciguar a los observadores occidentales. Tercero, considerando las distintas sensibilidades políticas existentes, la coalición internacional no parece que quiera directamente romper el tráfico de drogas con la fuerza militar. Otra vez, esta inactividad da a los traficantes la libertad suficiente para continuar con sus operaciones ilícitas. Cuarto, a pesar de que la coalición internacional ha señalado su preocupación por el tráfico de drogas, ha hecho muchos esfuerzos por eludir involucrarse en las iniciativas de lucha contra los narcóticos.

(En parte, es aún peor que lo que se retrata aquí. Como los narcotraficantes han corrompido a varios gobiernos implicados, las confiscaciones esporádicas que se conocen como "acción gubernamental", a menudo no son más que acciones de un cártel de la droga contra otro. Las fuerzas gubernamentales son sólo peones en la guerra de las mafias por controlar el comercio de heroína).

En un intento de aparecer como si estuviesen dedicados a la destrucción eventual del comercio, eso sí, las fuerzas de la coalición han realizado acciones alternativas. Apoyado por Gran Bretaña y EEUU, el gobierno interino ha intentado incitar a los granjeros a destruir sus amapolas productoras de opio a cambio de 350 dólares EEUU por cada 2.500 metros cuadrados de plantación destruídos. Ahora bien, esta iniciativa ha frustrado a los agricultores que estaban recuperándose de las pérdidas que datan de la prohibición del opio impuesta por los talibanes. La alternativa monetaria ni siquiera cubre los gastos en que han incurrido los granjeros para hacer crecer sus amapolas. En la mayoría de los regiones productores de Afganistán, los granjeros normalmente reciben hasta 3.500 dólares EEUU por cada 2.500 metros de amapolas para opio cultivados. Finalmente, como la heroína de Afganistán no está supliendo al mercado EEUU, es difícil para el gobierno EEUU implicar a sus fuerzas militares en operaciones contra los narcóticos.

(Lo que Makarenko expone aquí no son más que las excusas que se ponen por EEUU para frenar el tráfico.

Estableciendo un programa totalmente inadecuado, el gobierno EEUU puede decir que está haciendo algo, incluso a pesar de que las personas a cargo de esto saben que lo que se está haciendo no va a tener un impacto en el comercio de heroína.

Lo que es más, diciendo que Afganistán no es la fuente de la heroína del mercado EEUU (incluso aunque la heroína de Afganistán aparece por allí, a pesar de que lo hace en menos cantidades que la que proviene de otros sitios...), hace las cosas un poco más sencillas para la gente en general a quien esos políticos dicen representar.

El fracaso en cortar el tráfico de heroína es el fracaso en secar una fuente de financiación de nuestros enemigos.

Con las bases de nuestros enemigos seguras en Paquistán y su finanación del comercio de heroína segura, cualquier oportunidad de victoria ha sido negada a las tropas que están en combate contra nuestros enemigos. Es quedarse en tablas de forma garantizada, asegurando la necesidad de que las tropas de EEUU en la región tengan que permanecer un largo tiempo en la región.

Esto es conveniente, porque, como repetidamente he puesto de manifiesto, la inestabilidad de la guerra facilita el comercio de heroína, y como ya he puesto de manifiesto en la Parte 3 de estas series, ha habido un gran crecimiento en la producción de heroína bajo la protección de facto de los EEUU y de las tropas aliadas.

Además, el quedarse en tablas es ideal para los que proveen armas, equipo y suplementos a nuestras tropas y a las de nuestros aliados.

Es como si alguien de los que determina la política en Washington estuviera deliberadamente intentando promover la industria de heroína, mientras ayuda a sus amigos del complejo de la industria militar.

Las alegaciones de Sibel Edmonds se refieren tanto al tráfico de heroína como al complejo de la industria militar).

Incluso si las fuerzas internacional actúan en el corto plazo para luchar contra las mafias o directamente buscan eliminar las amapolas de producción de opio y los almacenes de drogas, el potencial para el comercio de drogas regional para aprovechar las ventajas del comercio en Asia Central permanece. Las estimaciones sugieren que la ex-Unión Soviética produce ahora al menos un 25% más de hachís que el resto del mundo junto. En Asia Central, más de 4,5 millones de hectáreas de cáñamo han sido plantadas en el Chuy Valley - de donde pueden producirse unas 6.000 toneladas de hachís anualmente. Adicionalmente, se estimó en 1997 que 2000 hectáreas de amapolas para opio fueron plantadas en Kazajstán, capaces de producir unas 30 toneladas de opio anualmente. A pesar de que no es una gran cantidad las áreas de Kazajstán y Kyrgystán son ideales para un cultivo extensivo de amapolas para opio. Como parte de la Unión Soviética, el valle Issyk-Kyl en Kyrgyzstán acostumbraba a proveer el 95% de opio puro a la industria farmaceútica rusa. Desde entonces, las pruebas esporádicas obtenidas han sugerido que todavía existen algunos laboratorios de producción de heroían en Kyrgyzstán y Tajikistán - lo que sin embargo, ha sido oficialmente negado por los gobiernos respectivos.

(El genio está fuera de la botella.)

La expansión de las amapolas productoras de opio a Asia Central puede ser facilitada por la vasta red de mafias domésticas de la droga y los grupos criminales trasnacionales  que operan a día de hoy en todos los estados de la región. No sólo han establecido estas redes importantes relaciones con las fuerzas oficiales de la ley, agencias gubernamentales y de seguridad, si no que también han asegurado numerosos medios y rutas para traficar cargamentos de mercancías ilícitas. La importancia de la "Ruta Norte", la corrupción rampante, y unos ambientes político, económico y social cada vez más deteriorados han hecho a las repúblicas de Asia Central inseparables del problema regional sobre las drogas. La única cosa que impide a Tajikistán, Turmenistán y Kyrgyzstán convertirse en "narco-estados" es su compromiso retórico por las presiones lideradas por Occidente de las agencias contra-terroristas y contra-narcóticos y su abilidad para suprimir información.

(Este compromiso retórico es obligatorio, a pesar de que Tajikistán ha progresado desde entonces. ¿Qué es lo que van a decir? "Promovemos el tráfico de heroína porque los carteles de la droga nos pagan".

"No sólo han establecido estas redes importantes relaciones con las fuerzas oficiales de la ley, agencias gubernamentales y de seguridad, si no que también han asegurado numerosos medios y rutas para traficar cargamentos de mercancías ilícitas.."

No penséis ni por un momento que esas relaciones existen sólo con los países en esas latitudes.

Y esas rutas que han sido aseguradas, corren a través de los Balcanes hacia Europa del Este. En los Balcanes, hemos apoyado a los terroristas islámicos traficantes de narcóticos con vínculos con Al-Qaeda en sus luchas contra los gobiernos legales desde los 90s.

¿Pone esto en perspectiva la política del Rey Jorge's sobre Kosovo al apoyar a la parte errónea? )

Cualquier otra cosa que una política coherente anti-drogas que simultáneamente ponga en su objetivo a toda la región sólo resultará en un incremento del área de cultivo de amapolas para drogas. Seccombe sugirió que el contrabando de drogas es "como un globo: si lo aprietas por una parte, se expande por otra". Afganistán y Asia Central por tanto, requieren una respuesta formulada cuidadosamente y un compromiso por parte de la comunidad internacional.

Opciones políticas

La importancia de analizar el comercio de drogas en Asia Central en el contexto del nexo crimen organizado-terrorismo es doble: primero, pone de manifiesto el papel de la miríada de jugadores que están envueltos en las operaciones de drogas; segundo, revela las relaciones entre los actores. Este tipo de análisis demuestra que pocos grupos controlan el comercio desde el campo hasta el tráfico internacional, y que la mayoría están forzados (por una causa u otra) a relacionarse con los demás. También hace que desaparezca el mito (cada vez más presente a partir del 11S), de que los talibanes y Al-Qaeda ellos solos controlaban el tráfico de drogas afgano.

(Esto es cierto, pero no va todo lo lejos que pudiera ir. Hay agencias gubernamentales que tienen un presupuesto para solucionar un problema: el tráfico de heroína. Hasta cierto punto, hay intereses políticos implicados.

Lo que es más importante, eso sí, hay individuos dentro de esas agencias que reciben un presupuesto secreto -sobornos- para asegurarse de que dichas agencias NO combatan efectivamente las drogas.

Hay también negocios legítimos que hacen dinero proveyendo armas, equipos y material para una guerra que no tiene fin.

NO es sólo un "nexo crimen organizado-terrorismo" lo que nos amenaza. Estamos siendo atacados por un Reino en las Sombras.)

Basándose en estas percepciones sobre el comercio de drogas en Asia Central, existen algunas implicaciones para el desarrollo de la política internacional en la región que han de señalarse. Para empezar, un entendimiento de los múltiples componentes del nexo crimen organizado - terrorismo y cómo interaccionan unos con otros sugiere que la política internacional que se practica con Afganistán y con Asia Central no puede simplemente enfocarse a los grupos insurgentes/terroristas. En el contexto de Asia Central, un acercamiento tan limitado ha legitimado la opresión del Gobierno sobre los movimientos de oposición, y por tanto ha dado lugar a un crecimiento de los movimientos terrorismo más que destruyéndoles. A la consideración del papel de los grupos terroristas en el tráfico, es imperativo añadir una mirada más que superficial al que juega el crimen trasnacional. Además del papel central que juegan en el comercio de drogas ilícitas, los grupos criminales trasnacionales son también responsables de enseñar a los grupos terroristas nuevas técnicas operativas y organizativas. Las autoridades pueden aprender más sobre la dinámica cambiante de los grupos terroristas y el comercio de drogas trasnacional si entiende la naturaleza evolutiva del crimen trasnacional. Cualquier "guerra contra el terrorismo" en Afganistán y Asia Central no está completa si no se integra con la "guerra contra las drogas".

(Desde luego, hemos sido distraídos por la "guerra contra el terror" de ver el paisaje completo.

Una guerra efectiva contra el crimen y las drogas tendría un impacto mayor contra el terrorismo que cualquier esfuerzo contra el terror puede tenerlo contra el crimen y las drogas. De hecho, una guerra efectiva contra el crimen y las drogas tiene un impacto mayor sobre  el terrorismo que la guerra contra el terrorismo en sí.

Pero eso no alegraría a las personas que pagan soborno, ¿no?).

Segundo, a la luz del nexo crimen organizado - terrorismo y el efecto adverso que tiene en la seguridad nacional y en la estabilidad regional, un entendimiento completo de la relación entre el crimen organizado, las drogas y el terrorismo debe ser realizado si se van a desarrollar las políticas de seguridad y estas se van a incrementar en la región. El papel de las amenazas no militares en producir situaciones que perjudican la seguridad regional necesita ser reconocido, especialmente si se considera que las mafias de la droga y los grupos transnacionales del crimen ya tienen experiencia en enfrentamientos armados contra fuerzas del Gobierno para asegurar sus operaciones criminales.

(Y nunca tendrás un entendimiento profundo de las relaciones sobre el crimen organizado, las drogas y el terrorismo mientras que el gobierno esté siendo maniatado por el dinero de la droga y secuestrado por traidores y funcionarios corruptos.

Sibel Edmonds fue amordazada por funcionarios del gobierno corruptos que tienen vínculos con el tráfico de narcóticos y con el tráfico de influencias; la razón para esta mordaza es que así no puede hablarnos sobre esas conexiones con el tráfico de narcóticos y el tráfico de influencias.

Los cárteles de la droga y algunos elementos en la industria armamentística han impedido al Gobierno cumplir con su función comprometiendo a funcionarios clave.)

Tercero, el concepto del nexo crimen organizado - terror da al gobierno y a las agencias de seguridad y a las agencias de cumplimiento de la ley (en la región y en Occidente) más herramientas para enfrentarse al crimen trasnacional, terrorismo y tráfico de drogas. Pone de relieve la necesidad de que las políticas contra el crimen, las drogas y el terrorismo deben realizarse conjuntamente si se quiere que sean exitosas. Además, estas políticas requieren cooperación nacional, regional e internacional entre las distintas agencias constituidas para ello. A pesar de que parece que es un orden complicado, es sólo el primer paso que debe tomarse para restringir la libertad de que gozan las organizaciones criminales trasnacionales y los grupos terroristas.

(Es decir, primero tenemos que deshacernos de la corrupción.)

(Los comentarios entre paréntesis son de Yankee Doodle).

Con este post se termina la serie sobre la Conexión centroasiática. La siguiente serie será la del Reino en las Sombras, cuyo post nº 1 he enlazado más arriba.