Entre los casos juzgados ha habido seis casos de violencia doméstica, que debería ser una cuestión criminal seria, reservada únicamente a la policía y a los tribunales adecuados. En línea con el prejuicio anti-femenino de la Sharia, ninguno de estos hombres han sido castigados si no que se les mandó a un tratamiento "de control de su genio" o "para que fueran aconsejados por los ancianos de la comunidad". Es inevitable decir que habrá en poco tiempo una expansión muy importante del papel de los tribunales de la Sharia dentro de las áreas musulmanas. Esta creación de un sistema paralelo de justicia convierte en una broma de mal gusto el principio esencial, que se remonta a la Carta Magna de 1215, de que todo el mundo es igual ante la Ley. Este ethos es aún mucho más importante en una sociedad diversa, que sólo puede mantenerse unida mediante el concepto de la ciudadanía británica, requiriendo la aceptación de nuestras leyes y costumbres. En lugar de eso, se anima a los musulmanes a creer que tienen derechos separados y una identidad distinta.
De un artículo del Daily Mail, gracias a Pastorius.
Ahora volved a leer lo que posteé aquí. Hay que tener en cuenta que, contra las decisiones de estos tribunales NO HAY RECURSO.
Eso sí habrá quien diga que lo resultante es un acuerdo voluntario, nada lesivo y maravilloso para la mujer. Veamos:
- Tratamiento contra el genio: esta medida me recuerda a la tomada por el ministerio de Igualdad por la que se iba a poner al servicio del maltratador un teléfono para cuando tuviera ganas de pegar a alguien. Muy efectivo. Seguro que funciona.
- Ahora la medida esa de los ancianos, me retrotrae a poco menos el hechicero de la tribu de los neanderthales. La diferencia es que ellos estaban en el momento histórico correcto y esto NO lo está: es anacrónico totalmente.
¿A que es maravillosa la Sharia? Hmm, qué fenómeno tan libre y voluntario...
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Por cierto, sobre Aisha Ibrahim Duhulow, además del post enlazado arriba, podéis leer este otro:
En un momento de la lapidación, según han confirmado a Amnistía Internacional numerosos testigos, se ordenó a personal sanitario que comprobara si Aisha Ibrahim Duhulow, que estaba enterrada, seguía con vida. La desenterraron, declararon que aún vivía, y volvieron a colocarla en el agujero para continuar con la lapidación.Encima con regodeo... Lo malo es que los violadores no serán juzgados jamás por el terrible asesinato de esta chica de 13 años.